Cuando nos vamos a dormir y seguimos en estado de alerta, tensos, ansiosos, a la defensiva, conciliar el sueño puede tomar hasta horas. Y aún así, una vez que lo logras, el descanso no es profundo. Aunque tu cuerpo este “dormido”, tu mente sigue dando vueltas.
Sigue estas 3 recomendaciones:
1.- Duerme más.
Si, es un cliché, y si, es una de las mejores cosas que puedes hacer desde YA para sentirte mejor. Miles de estudios han comprobado el daño físico-emocional-mental que causa la falta de sueño. Más desconcentración, irritabilidad, falta de claridad. Unas 7-8 horas de sueño te hacen sentir renovado, enfocado y de buen humor. Mejoras la productividad. Alejas el burnout.
2.-“No”, es la nueva palabra favorita
Poner límites y disminuir el exceso de cargas es un paso CLAVE y necesario. Hazte la pregunta, ¿Por qué estoy -o en camino a estar- burned-out? Una de las razones más comunes es que tenemos una carga laboral y emocional más grande de la que podemos manejar, seguir diciendo “sí” a más cosas sólo va a aumentar el malestar y alejar la solución.
3.-Empieza con las tareas más difíciles primero.
¿Por qué? Durante el día, tanto nuestro enfoque como energía mental y emocional va disminuyendo a medida que va pasando el tiempo. Si comienzas con lo más difícil, vas a estar en mejor condición para terminarlo que dejándola para el final. Además, el resto del día te sentirás aliviado porque “saliste de eso”, en vez de tenso porque lo tienes pendiente.