Una de las razones por las que una persona puede padecer burned-out, es porque no sabe reconocer qué síntomas indican que va en esa dirección.
Probablemente presenta meses sintiendo cosas que le indican que no está agotando, pero no ha sabido reconocerlas y no toma acción para evitarlo.
¿A qué señales debemos estar atentos?
- Olvido y dificultad para concentrarnos
- Dejamos la ambición de lado y con ella nuestras metas
- Se dificulta para mantener relaciones y estar presente con nuestros seres queridos
- Sentimos frustración e irritabilidad con nuestros clientes y compañeros de trabajo
- Tensiones musculares, dolor, fatiga e insomnio sin motivo aparente
- Dejamos de disfrutar nuestros hobbies y se relajarnos fuera del trabajo es más difícil
¿Qué cosas podemos empezar a hacer para empezar a disminuir el agotamiento?
Priorizar
Algunas cosas simplemente tienen que hacerse, pero otras pueden esperar hasta que tengamos más tiempo y energía. Decide qué tareas son menos importantes y déjalas a un lado.
Delegar
No podemos hacer todo nosotros mismos, así que, si realizamos más tareas de las que podemos manejar necesitan atención inmediata, delegarlas a alguien en quien confiemos es clave.
Dejar el trabajo en el trabajo
Parte de la recuperación del agotamiento es aprender a priorizar el equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Después de salir del trabajo, el foco debe estar en relajarnos y recargar energías para el día siguiente
Ser honestos con nuestras necesidades
Sólo hablar con otras personas involucradas y hacerles saber lo que está pasando alivia. Explicar que necesitamos apoyo para cuidar nuestra salud y administrar la carga de trabajo de manera productiva crea un ambiente de seguridad y empatía que alimenta el alma.
Si sientes que tu nivel de agotamiento es muy alto, llena este formulario y recibirás una cita con un coach o un terapeuta -tu lo eliges-. Entender qué estamos sintiendo y qué hacer para sanar es el primer y más importante paso.