Durante el año pasado, se prestó mucha atención al aumento del agotamiento de los empleados. Sin embargo, hallazgos recientes indican que el agotamiento en el liderazgo puede ser un problema igual de preocupante.
Estas son las cuatro causas más destacadas del agotamiento del liderazgo:
Sentimientos de aislamiento:
Los líderes son más propensos a experimentar sentimientos de aislamiento. Algunas personas creen que lograr un papel prominente, un reconocimiento o una recompensa financiera se logra a costa de la soledad.
El factor más importante en el aislamiento es la falta de una conexión significativa con otras personas.
Multitarea o “Multitasking”:
Investigaciones muestran que el “multitasking” puede sumar hasta un 40% de pérdida de productividad en un día. Muchos líderes se han convencido a sí mismos de que el multitasking conduce a una mayor productividad.
Sin embargo, una investigación realizada en la Universidad de Stanford descubrió que cuando tratamos de procesar dos tareas mentales a la vez, nuestra capacidad mental puede disminuir y reducir nuestras habilidades cognitivas.
Atención Parcial Continua:
Los líderes pueden caer en la trampa mental de buscar constantemente la siguiente mejor posibilidad y pasar casi todo su tiempo haciéndolo.
Cuando esto le pasa a un líder, no se concentrará en las tareas más importantes, retrasando aún más los temas de mayor urgencia. Luego se apresuran a terminar sus tareas más críticas en un plazo ajustado, lo que contribuye al estrés crónico.
Estrés de poder:
Los líderes pueden quedar atrapados en un círculo vicioso de sacrificio por los demás, lo que lleva al agotamiento porque se sienten responsables del éxito de sus negocios.
Cada decisión que toma un líder tiene consecuencias y toda la organización gira en torno a su decisión. Como resultado, los líderes pueden no estar dispuestos a aceptar que están agotados, lo que termina empeorando sus síntomas.
Los líderes que se aíslan de los demás y eligen llevar sus cargas solos están destinados a la soledad y el agotamiento. Los líderes, como todo el mundo, necesitan amigos y tal vez a la luz de la carga que llevan, aún más.
Richard Blackaby