Nuestro enfoque suele estar en cómo prevenir el burnout en nuestro día a día, hoy, el foco va a estar en cómo lidiar con el burnout, una vez ya estamos ahí.
Tomando en cuenta el bajo nivel de energía que tenemos si estamos padeciendo burnout, actividades como hacer ejercicio, hacer cosas creativas, entre otras, aunque son muy buenas para nuestra salud, no es muy realista que vayamos a hacerlas. En este punto, aparte de buscar ayuda, la prioridad debe estar en las cosas que nos recargan, en resumen, es buscar hacer menos, en vez de más.
- Toma descansos más seguidos: No hay que esperar a estar agobiado para hacerlo. La idea es hacerlo para no llegar al agobio. 10 minutos cada hora, 15 minutos cada hora y media hacen magia cuando hay cansancio acumulado.
- Ver cosas que nos hagan reír: Con burnout, nuestro ánimo no es el mejor y la irritabilidad es una constante. Usar estos “breaks” para ver cosas que nos hagan reír produce endorfinas y nos dan un mejor humor para el resto del día.
- No actuar en el momento cumbre de estrés: Si estamos burned-out, seguramente el estrés es una constante en el día a día. Cada vez que se presenten situaciones estresantes, tomar una pausa para respirar y preguntarnos:
- ¿Cómo sería esta situación si no la estuviese viendo estresado?
- ¿Cómo sería desde la calma?
Nos permitimos darnos cuenta que es posible ver la situación de una manera diferente, si así lo queremos. Sin hablar de que nos recarga, y pensamos en soluciones con más ligereza y claridad.
Escuchar nuestro cuerpo es clave. Si necesitamos descanso, tomamos el descanso. Si estamos estresados, paramos a respirar. Nuestro bienestar es la prioridad.
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