¿Y Ahora?
¿Cómo es tu trato contigo siempre que terminas una tarea de tu agenda?
Muchas veces nos presionamos nosotros mismos y no nos damos el espacio de reconocer el buen trabajo que estamos haciendo.
Cuando te incorpores a trabajar, a medida que vayas terminando tarea-tras-tarea, pendiente-tras-pendiente tómate un par de minutos para celebrarte. Algo sencillo: Un café, unas galleticas, darte el permiso de relajarte y pensar en lo que has querido pensar pero no has podido porque estás ocupado, salir de la computadora, del celular.
Cualquier cosa. Es tu tiempo.
Cuando vuelvas al trabajo, aunque hayan sido un par de minuticos, te vas a sentir mejor por el simple hecho de que te estás permitiendo quitar esa presión auto-impuesta. Estás dándote un espacio para ti y lo haces sabiendo que está bien. Reconócete. Relájate. Y vuelve recargado.
Vas a empezar la próxima tarea con más energía, claridad y mejor actitud. Por último,
Recuerda que esto de evitar y solucionar el burnout es algo del día a día. Se trata de un efecto compuesto. Hacer pequeñas cosas (que no requieran mayor esfuerzo de tu parte), para ir aliviando la carga emocional que llevas tiempo acumulando. Si tienes alguna pregunta, o simplemente quieres contarme de tu día, ¡escríbeme!
¡Que tengas un excelente día!